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Andy se levanto de su asiento
-saldré a fumar-se dirigió a la puerta y salió, no sabía que
fumaba
-este… yo te acompaño-dijo Georg y salió tras él, tampoco sabía
que fumaba
-iré a buscar leña para prender la chimenea-dijo Gustav e igual se
fue
-prepararé café-dijo Fanny
-te ayudo-dijeron Milo y Bill al mismo tiempo
En realidad… ¡solo querían dejarme a solas con Tom!
-bueno… me voy-dijo Tom tan quitado de la pena que me sorprendió,
se levanto y camino un poco lento hasta la puerta del cuarto
-Tom-lo llame sin saber en verdad porque
-¿Qué?-se detuvo y me miro por sobre su hombro con fastidio
-…no…olvídalo-negué con la cabeza
Tom no respondió solo siguió su camino hasta la cama, algo estaba
mal no sabía qué pero algo estaba mal, no sé si era yo o era él pero algo no me
cuadraba, en toda la historia había un hueco que no tenía sentido, la historia
se saltaba una parte, ¿Qué paso durante esos ocho meses en Alemania? ¿Qué tiene
que ver Milo para que fuera mi novio y no escogiera yo a alguien? ¿en verdad la
acusación contra Tom es falsa? ¿me amo o… solo era una coartada para aquel
crimen del que según Bill es inocente? No entiendo ¿Dónde están esas
respuestas? Definitivamente algo no cuadra aquí…
La noche volvía a caer y los chicos colocaban colchonetas de nuevo
en el suelo para que pudiéramos dormir, desde que llegamos, no, desde que Bill
y Georg aparecieron en mi casa el ambiente estaba tensó, especialmente cuando
Tom estaba cerca o simplemente cuando nos constaba que su presencia rondaba por
la destartalada casucha, las mismas preguntas volvían a rondar por mi cabeza
sin ninguna respuesta, esa noche por primera vez en ocho meses me quite el
collar, aquel collar que guardaba el recuerdo de aquel Tom con el que alguna
vez existió algo, guarde el collar detrás de un mosaico desprendido del baño,
donde nadie más lo vería y de donde no pensaba volver a sacarlo.
A la mañana siguiente desperté temprano porque el bebé pedía
comida, tenía un enorme antojo de galletas y no cualquier tipo de galletas si
no de esas galletas de mantequilla tan sabrosas como las del café de Helen,
busque por toda la cocina algo que se le pareciese a ese delicioso sabor pero
no había nada, necesitaba galletas o no sé qué sería de mi.
Busque ingredientes para hacerlas pero no había ni harina, ni
mantequilla ni horno para prepararlas ¡y todo eso era esencial!
Me senté en la mesa y expulse aire resignada
-pff, lo siento bebé no hay galletas
-¿Qué haces despierta a esta hora?-una voz a mis espaldas me
sobresalto-no te asustes
-¿Qué haces levantado a estas horas?
-yo lo pregunte antes
-pero yo no estoy herida Tom
-y yo no estoy embarazado
Lo mire irónica
-mi bebé y yo tenemos hambre-conteste fastidiada por su infantil
actitud
-pues yo también tengo hambre, se me antojaron unas galletas-dijo
y comenzó a rebuscar donde yo antes ya había buscado lo mismo
-¿galletas de mantequilla?-pregunte extrañada
-sí ¿Por qué? ¿hay?-me miro con aire esperanzado
-no, yo también las buscaba pero no hay
-pff, se me antojan unas así como las que vendían en el café donde
tu trabajabas-se recargo en la mesilla resignado
-no me vas a creer pero ese mismo antojo que a ti te levanto es el
mismo que me levanto a mi
-¿tú también quieres galletas de mantequilla?-pregunto incrédulo
-sí, galletas de mantequilla del café de Helen-conteste
-si no como galletas moriré
-lo mismo digo, y tampoco hay para hacerlas
-¿sabes hacer de esas galletas?
-si Tom, ¿se te olvida que trabaje en ese café?
-y ¿Qué te falta?
-harina y Mantequilla
-pero harina si hay, Fanny intento hacer pan un día, un intento
fallido claro-busco en una alacena que estaba abajo, yo no había buscado en esa
alacena porque mi panza no me deja agacharme, se levanto con dificultad pero
con una bolsa de harina en la mano-toma ¿Qué mas falta?
-mantequilla
-¿segura que no hay?
-no busque abajo del refri-dije mirando hacia mi panza
Tom giro los ojos y de nuevo con una increíble dificultad pero una
increíble fuerza de voluntad se agacho y saco la mantequilla de la repisa de
abajo del refri
-dime que no falta nada más que este hasta abajo-suplico
-no, solo me falta un horno
-Juliet y ¿esto qué es?-señalo un viejo horno de leña
-disculpa mi ignorancia pero no sé donde está la leña, ni como
meterla, ni como cargarla
-ok, mira la leña está afuera, la metes por esta puertita y solo
necesita dos o tres troncos que Gustav corto ayer, no requiere tanto trabajo
Juliet-me contesto
-bien ¿quieres galletas?
-si
-entonces tráeme la leña y enciende el horno y yo te hago galletas
-hecho-salió del la casa decidido por unos cuantos troncos
Cuando salió me entro el cargo de conciencia, el en sus
condiciones no debería hacer estos esfuerzos espero que no se lastime
Comencé a preparar la masa, el cargo de conciencia se me quito
cuando Tom entro por la puerta con tres tronquitos bajo el brazo, pensé que
serian más grande y pesados pero viéndolos bien yo misma pude ir por ellos,
pero no que haga algo mejor él
Metió la leña y con un cerillo la encendió
-hace frió afuera, creo que va a llover-comentó mientras
engrandecía la llama
-¿no tienes frió?-le pregunte cuando vi que solo traía una camisa
abotonada de muy delgada tela
-no hay para mas, estoy acostumbrado-se giro a verme- ¿tú no tienes
frió? Deberías cuidarte más
-estoy bien-me gire de nuevo poniendo mi atención en la masa
Sentí una mano tibia posarse en mi brazo
-estás helada-me dijo pasando sus manos de arriba abajo sobre mis
brazos para darme calor
-no hay para mas-dije tal como él me había dicho
-pero para ti si-me soltó y se fue de la cocina, termine de hacer
la masa y tenía que dejarla reposar unos minutos, la tape con plástico y en eso
sentí como una tela me cubría
-¿Qué es esto?
-una camisa más calientita que la que traes-me ayudo a ponérmela
-gracias
-de nada, ¿cómo van las galletas?
-bien, hay que dejarlas reposar
-mmm… no has comido ¿verdad?
-no ¿y tú?
-tampoco, ¿quieres comer algo en lo que están las galletas?
-sí, alguien lo pide a patadas-dije con una divertida sonrisa
mientras acariciaba mi panza el bebé no dejaba de darme patadas el pobrecito
tenía hambre
Tom sonrió débil pero tiernamente y de inmediato frunció su ceño
de nuevo y se dirigió a la alacena, saco un paquete rojo de skittles, lo abrió
y vació unos cuantos sobre la mesa, nos pusimos a comer de ellos, en un
tranquilizante silencio matutino, el cantar de los pájaros era la melodía que
rompía nuestro silencio.
-¿Cuántos meses tienes?-me pregunto sin mirarme
-ocho
-¿Cuándo cumples los nueve?-seguía sin mirarme
-en tres semanas
-ah…
-ya está la masa ¿quieres ayudarme a cortar las galletas?
-¿Cómo si fuera un niño pequeño?-dijo entre risas mirándome incrédulo-no gracias
Después de decir eso se llevo uno de los pequeños dulces a la boca
y se fue de la cocina dejándome sola de nuevo, espolvoree un poco de harina en
la mesa y extendí la masa, cuando la masa estuvo extendida tome un cuchillo, a
falta de moldes, y comencé a hacer figuras. Llevaba siete figuras cuando siento
que alguien se pone a mi lado y observa como hago las galletas con atención
-¿Qué tanto ves?-le pregunte
-nada-se separo un poco yo continué
El seguía mirando
-¿estás seguro?
-sí, nada-salió de la cocina y no paso ni un minuto cuando ya lo
tenía de nuevo observando cómo hacia las galletas solo que ahora del otro lado
de la barra
-¿quieres decirme algo Tom?
-no-y se volvió a ir
Me reí de él, parecía un niño, corte una figura más cuando escuche
como rechinaba una silla al ser arrastrada por el suelo, levante la mirada y
Tom llego con dicha silla y la puso enfrente de mí en la barra, se sentó y
recargo los codos en la mesa y poso su cabeza en sus manos mientras nuevamente
me observaba hacer figuras, me miraba con atención cortar la masa, como si
fuera algo nuevo para él, deje de cortar y lo mire, me miro y extrañado
-¿Por qué paraste? ¿te incomoda que te mire?-pregunto inocente
-¿nunca has hecho galletas?-negó con la cabeza inocente- ¿quieres
ayudarme?-volvió a negar con la cabeza y miro las figuras que llevaba
hechas-¿tu mama nunca te hiso galletas?-pregunte dándome cuenta que en verdad nunca
había visto a nadie hacer galletas
-no, nunca-dijo esperando que siguiera haciéndolas
Le pase el cuchillo y lo tomo confundido
-es más divertido ayudar a hacerlas que ver como las hacen, vamos
corta una figura
-¿Cómo qué?
-no sé, lo que quieras
Se paró de la silla para acercarse más a la masa y cortar con
mayor comodidad, paseo el cuchillo sobre la masa hasta formar la figura de un
monito
-¿está bien?-me miro esperando mi aprobación
-sí, está muy bien-su mirada brillo y su sonrisa demostró
satisfacción, me enterneció, tome otro cuchillo y seguimos cortando figuras
-¿ya mero están?-pregunto Tom por décima vez en cinco minutos,
paseaba por el horno y se asomaba a ver las galletas y luego volvía donde mí y
me preguntaba lo mismo
-que no Tom, las acabamos de poner, deja de preguntar
Se sentó a mi lado en el sillón, no sabía qué hacer
-¿Cuánto tiempo me dijiste que había que esperar?
-quince minutos
-¿y cuanto tiempo ah pasado?-mire mi reloj
-dos minutos
-pfff-se recostó más en el sillón
Era ahora o nunca, tome aire, cerré mis ojos con fuerza y me arme
de valor
-Tom
-umm
-¿puedo hacerte una pregunta?
-depende
-¿de qué?
-de que me quieras preguntar-me miro insinuante
Recordé que en una ocasión cuando estaba secuestrada me hiso la
misma broma
-no es nada de eso, es una pregunta seria
-entonces no-volvió a su posición original
-¡Tom!
-pregunta, si ya sabes que aunque te dijera que no igual
preguntaras, eres mujer a fin de cuentas
-¿puedes dejar tu machismo de lado?
-pregunta ya Juliet
-¿Por qué no respondiste mi carta?-salió de la nada
-¿Qué?-me miro sorprendido no se lo esperaba
-responde-ya no había vuelta atrás
-yo no… yo… ¿Qué carta?
¿¡qué carta!? ¿¡es enserio!?
-olvídalo-me levante del sillón
-no espera, si se qué carta, lo que no se es que
responderte-confeso
-¿tan difícil es decirme que no querías o que no podías?
-es que si quería pero a la vez no y no podía pero a la vez si
-¿o sea como?
-si quería responderte pero no quería que te ilusionaras, no iba a
volver contigo, y podía responder, tan fácil como escribir una carta y llevarla
al correo pero no podía salir y arriesgarme a que me arrestaran…
-Tom…
-trata de comprender yo no…
-Tom
-Juliet escuchame no me interrumpas por favor
Entre en pánico
-¡Tom!... estas sangrando
Tom iba a decirme de nuevo que me callara pero se quedo con la
boca abierta y la palabra en la boca tras lo que dije, bajo la mirada a su
pecho y noto que su camisa se llenaba de aquel vital líquido rojo, se puso
pálido al notarlo, se llevo la mano al lugar ensangrentado y noto que estaba empapado,
miro su mano coloreada de rojo y me miro desconcertado, no sabía que le pasaba
y yo tampoco, eran las 7:30 de la mañana y no sé porque razón Milo no estaba en
la casa.
-avisare a los chicos-le dije
-no, no Jules, no quiero que se asusten
-¿y qué demonios quieres que haga yo?-tenía miedo, miedo de que
muriera en mis brazos
-ayúdame a llegar al cuarto-ordeno y fue ahí cuando notamos que se
encontraba más débil de lo que parecía estar, lo senté en la cama como él me
dijo
-¿y ahora?
Llevo las manos a los botones de su camisa con rapidez, ese
movimiento brusco que le provoco una punzada de dolor
-argh-se quejo
-yo lo haré-desabotone los botones resbalosos por la sangre hasta
abrirla por completo, aquel musculoso y bronceado pecho que alguna vez acaricie
ahora se encontraba más pálido que antes y manchado de rojo
-quita las vendas, tengo que ver las heridas
No quería verlas pero tenía que ayudarlo, tenía que hacerlo, tenía
que ser valiente
Le quite las vendas empapadas y quedo al aire la herida
-se abrió-le dije
-hay que limpiarla y cocerla-dijo pensativo y adolorido
-yo lo haré
-no
-Tom, yo lo haré-dije firme y antes de que respondiera remoje una
toalla en agua fresca y después de escurrirla un poco la lleve a su pecho y con
cuidado comencé a quitar la sangre de alrededor de la herida, pero de la herida
no dejaba de emanar sangre-¿Cómo detengo la sangre?-pregunte desesperada debí
de haber tomado aquel curso de primeros auxilios que dieron en la escuela
-presiona en la herida o ¡no lo sé!-admitió desesperado también
Presione con la toalla en la herida con fuerza y el soltó un
gemido de dolor
-lo siento, lo siento-escuche un ruido afuera y Salí disparada
hacia afuera dejando a Tom
Era Gustav que se asomaba al horno donde aun yacían las galletas
-¡Gustav!-lo llame
-ah hola Jules tus galletas ya están listas, ¿puedo comer una?
-apaga el horno rápido
De un movimiento desinteresado lo apago, dejando las galletas
dentro
-¡ven rápido, Tom se desangra!-lo jale del brazo y el corrió tras
de mi hasta llegar al cuarto de Tom
.......................................................................................................................................................jaja no chicas no quiero matar a Tom a como de lugar :) bueno tal vez no por ahora.... xD bueno no pueden quejarce estuvo largo
-.- no te atrevas a matarlo en algún momento O.o tienen que vivir felices *-* me encanto el Capi Tom como un niño pequeño xD sube pronto :)
ResponderEliminaro.o DIOS!! esta interesante!!! siguela
ResponderEliminarSii estuvo largoo!! Tom no puede morir noooo.. Siguelaaa esta hermosa la fuc XDD
ResponderEliminarbye
nooooooooooooooo no puedes dejarme asi!!! dime que no se va a morir el no se puede morir el tiene que vivir para estar con jules y su bebe!!!!
ResponderEliminarSofi por que lo dejas así? Esta super mega interesante. Perdon por no comentar en los capitulos anteriores, pero no creas pq no haya comentado no estaba leyendo tu fic. Soy 100% fiel a tu fic. Cuidate & siguela, esta buenísima. Adiós :)
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