2 temp. cap 17 "solo fue un susto"

hola! como están?? espero que bien les dejo el capitulo y espero que les guste y comenten :) eh notado que Milo no les agrada mucho ¿que puedo hacer al respecto?
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-¡ven rápido, Tom se desangra!-lo jale del brazo y el corrió tras de mi hasta llegar al cuarto de Tom

De inmediato Gustav apretó la herida abierta de Tom provocando que él se recostara completamente sobre esa cama y gimiera de dolor por la presión, inmediatamente Gustav me dio ordenes

-ve donde Milo y dile que…

-¡no está Milo, ya lo busque no está!

-entonces treme agua fresca, alcohol y una toalla limpia

Rápidamente fui por lo que me pidió, cuando volví Gustav limpio la herida de Tom con la toalla que le había remojado en agua, luego le dio una rápida pasada con alcohol

-necesito que vayas por una aguja

Traje la aguja

-¿y ahora?

-de aquella mesita trae el encendedor

Le traje el encendedor

-esteriliza la aguja pasándola por la llama unos segundos ¡pero primero ponle el hilo!

-ah sí claro

Le puse el hilo a la aguja y la pase por la pequeña flama del encendedor, luego se la pase a Gustav quien sin avisar comenzó a cocerle a Tom quien solo apretaba los dientes mientras veía como la aguja entraba y salía por su piel.

Cuando termino me paso la aguja de nuevo

-tírala-me acerque al bote y la tire en el, volví donde Tom quien yacía más tranquilo recostado en la cama respirando profundamente con los ojos cerrados, me acerque con cuidado pero una tabla floja me delato con su chirriante sonido, Tom abrió los ojos de golpe y me miro con su constante posición en guardia, al notar que se trataba de mi se relajo y volvió a cerrar los ojos

-gracias-contesto seco y un poco ronco

-de nada, ¿estás mejor?

-sí, no te preocupes

-me asuste mucho Tom

-no te preocupes Jules fue mi culpa, no debí levantarme

-pero es que yo te mande por los troncos

-sí pero ese no fue el problema el problema es que debía guardar reposo hasta que cicatrizaran porque si no podían abrirse, no llevo mucho con ellas cocidas como debe ser

-… te vas a enfermar si no te cubres…

-no tengo frió, vete a desayunar, no has comido nada

-pero…

-Jules-me dijo en tono de advertencia

Asentí con la cabeza a pesar de que no me veía por tener sus ojos cerrados, Salí del cuarto y me fui a la cocina, Gustav lavaba sus manos

-muchas gracias Gustav no se que habría hecho si no hubieras despertado

-no hay de que Jules, cualquier cosa tienes que avisarnos de acuerdo

-sí

Apenas desaparecí del campo de visión de ambos me senté en un sillón me maree horrible por el susto, debo ser más cuidadosa, cuando me recupere un poco ya fui a la cocina, vi las galletas en la mesa y recordé el tremendo antojo que tenia de comerlas me serví en un plato y luego recordé que Tom también quería de estas, no había leche ni café así que prepare dos tés y volví a echar las galletas del plato al platón con las demás, luego puse las dos tazas de té y las galletas en una charola y me fui a la habitación de Tom, el seguía recostado y con su codo cubría sus ojos, deje la charola sobre la mesita y me acerque esta vez con más cuidado, cuando llegue a su lado le toque el hombro con suavidad y este pego un salto

-lo siento no quería asustarte-dije suprimiendo mi risa

-te dije que te fueras a comer

-y a eso fui

-¿entonces qué haces aquí?

Le señale la mesita con las galletas y los tés, el subió la cabeza un poco hasta ver lo que le apuntaba

-había olvidado las galletas-dijo tratando de esconder una sonrisa

-tu tampoco has comido y tu tanto como yo necesitamos de esas galletas

Lo ayude a sentarse y luego fui por su té y luego por el mío y las galletas, me senté en la cama de modo que lo pudiera ver de frente

-te salieron muy buenas-dijo al probar una

-gracias-probé otra

Unas cinco galletas después la puerta se abrió haciendo un estruendo que casi provoca que nos ahoguemos del susto, era Bill que venía hecho una fiera

-¿¡porque mierda no me dijiste que te sentías mal Tom?!

-no me sentía mal, ¿de qué hablas?-dijo Tom

-“¿de qué hablas?”-le imito-de que me encontré a Gustav regañando a Milo porque no estaba cuando tú te estabas desangrando y la pobre de Jules en su estado sin saber que hacer ¡pudo haberles pasado algo a los dos! ¡a los tres!-se corrigió

Tom se noto extrañado y me volteo a ver, pero no a los ojos, no a la cara si no a la panza que aguardaba a mi hijo, a nuestro hijo

-lo siento, no volverá a pasar

-mas te vale-le advirtió antes de robarnos una galleta y volver a salir

Tom se quedo mirando hacia donde su hermano partió, yo lo miraba a él, trataba de descifrar lo que pensaba pero su cara no expresaba nada, al menos nada que yo le hubiera visto antes pensar, mi mirada fue bajando por su torzo desnudo, recorriendo sus vendajes, sus piernas… hasta el suelo en donde una maleta pequeña captó mi atención, como ya saben… soy curiosa…

-¿Qué hay ahí?-señale el maletín

-nada-dijo frió, aun estaba metido en sus pensamientos

-Tom… ¿Qué pasa?... algo te preocupa ¿verdad?-lo presentía pero no me imaginaba que

-no, no es nada… solo es Bill, me dejo pensando pero no es nada-se llevo una galleta a la boca, con ese gesto me dijo “no más comentarios”

Seguimos comiendo hasta que el platón quedo vació, casi no hablábamos y notaba que de vez en cuando Tom veía discretamente mi abultado vientre, lo miraba fijamente y luego la apartaba como borrando ideas desconocidas de su mente, quizá pensaba en la noche en que sucedió, o en algo más… pero tenía que ver con el bebé eso era seguro.

Dio el último sorbo a su taza de té y luego tome todo para llevármelo a la cocina

-yo lo llevo-me paró Tom

-no, yo lo llevo, tú debes de estar en reposo total-le advertí

-pero…

-pero nada, hasta que te recuperes de esas heridas no te dejare salir de esa cama

-tú no podrías evitarlo muñeca

-no, pero Bill sí y no dudo que tus amigos le ayuden

Se quedo callado, él sabía que tenía razón

Salí del cuarto y me encontré a Milo leyendo un libro sentado en una silla a la luz de la ventana que dejaba pasar esa luz amarilla del sol de media tarde

-hola- le saludé después de poner los trastes en la mesa

-hola-me miro por encima del libro

-¿Qué lees?

-un libro

-¿me lo juras?

Rio ligeramente- leo “los tres mosqueteros” linda

-aahh… ¿de dónde sacaste ese libro?

-estaba ahí en un cajón-se encogió de hombros sin dejar la lectura

-oye yo… quiero preguntarte algo

-dime-no dejo de leer

-es importante Milo

Me miro por sobre el libro luego lo cerro y lo puso sobre sus piernas

-¿A dónde fuiste esta mañana?

-¿tú también me vas a regañar? Yo no sabía que él se levantaría de la cama y se pondría mal

-no Milo no te regañare solo preguntaba

-mira, ¿me escucharas?

-sí

De detrás de él saco una bolsa, puso su dedo índice sobre sus labios y susurro “sshhh”, en silencio me asome a la bolsa y vi cajas de pastillas, frascos y jeringas, también había algodón, desinfectante para manos y unas toallas limpias y muy suaves me acerque a él de forma que pudiera susurrarle y me escuchara

-¿Qué es esto?-le pregunte en un susurro

-medicinas, que compre en la mañana para que me dejaran salir y no correr riesgos-contesto igual de bajito

-¿son para ti?

-no, las pastillas son para el dolor, por si Tom se siente mal y lo demás es para ti

-¿para mi?

-pronto pasara el mes Jules, el bebé nacerá cualquier día de estos

Me quede callada, su intención era buena, de las mejores, todos pasábamos tanto tiempo pensando en el bienestar de Tom que no nos percatábamos de que el bebé nacería tarde o temprano.

-gracias-bese su mejilla pero cuando me alejaba el tomo mi cara con sus manos y unió nuestros labios, le seguí el beso.

¡PUM!

Una puerta se cerró fuertemente provocando que nos separáramos para mirar, había sido la puerta del baño, solo espero que no haya sido Tom…

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¿que opinan? ¿que mortificara tanto a Tom?